Renacimiento Madrid

Tomar el sol se ha considerado un hábito saludable que  además nos produce bienestar y para que siga siéndolo, deberíamos proteger y cuidar más nuestra piel. Podemos lucir un bronceado bonito y al mismo tiempo  sano y seguro, protegiendo la piel del sol y los excesos que realizamos frente a él.

Vamos a integrar el concepto de bronceado bonito y luminoso, respetando nuestra piel, no a costa de ella.

La piel es el órgano más expuesto al medio, que más denota el paso del tiempo y al que tenemos que mimar especialmente. Esa parte tan esencial de nuestro cuerpo que entre otras importantes  funciones, nos permite relacionarnos con el medio exterior. Un órgano al que exigimos tanto  y al que tanto  descuidamos en estas temporadas estivales, cuando  no lo protegemos debidamente de la exposición a un astro tan maravilloso y vital, pero cada vez más dañino gracias, entre otras cosas, a la intervención humana.

Hay que  pasar a la acción de una vez por todas y tomarnos en serio estas precauciones, que por manidas  se hacen  pesadas y  no les prestamos  ni atención. En resumen  hacer compatible convivir con él, sin dejarnos la piel en el intento. Sólo si somos conscientes de la parte nociva, que los excesos producen a la hora de estar en contacto con él, pasaremos a la acción y entonces, si podremos  disfrutar del sol de una forma saludable y lucir una bonita piel bronceada dañándola lo menos posible.

REFELXIONES SOBRE EL SOL

LUZ ULTRAVIOLETA

La luz solar se compone de radiación visible e invisible. La fracción invisible de la luz, representada por los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB),  son los  componentes de la luz solar con mayor efecto sobre la piel. La profundidad a la que actúan en nuestra piel, dependerá de su longitud de onda y será  la causante de la mayoría de los problemas por foto-envejecimiento, produciendo un envejecimiento prematuro, con  arrugas finas y gruesas, pigmentación irregular, grandes  manchas, tez amarillenta y una textura áspera y rugosa, llegando incluso a provocar  reacciones alérgicas.

La pieles más claras o fototipos más bajos, serán mucho más vulnerables a estos efectos, aunque cualquier persona con suficiente exposición sufrirá  estos daños.

a luz ultravioleta se clasifica en tres tipos: ultravioleta A (UVA), ultravioleta B (UVB) y ultravioleta C (UVC).

Rayos UVA, de longitud más larga, penetra hasta la capa más profunda de la piel (dermis). Es responsable del bronceado inmediato, siendo capaz de modificar 800 genes de la piel.

Rayos UVB , de longitud más corta de onda, sólo penetran en la primera capa de la piel(epidermis). Es responsable del bronceado retardado. La mayor parte de esta radiación es filtrada por la atmósfera.

Ambas radiaciones son responsables de alterar el ADN celular y  del cáncer de piel.

Los rayos UVC. Sus radiaciones son filtradas totalmente por la atmósfera.

//////Los rayos ultravioleta son más intensos y peligrosos en verano, en zonas próximas al ecuador, y en grandes altitudes. También pueden tener una intensidad significativa en los días nublados, en la que podemos quemarnos, incluso por  la luz difusa que se produce por reflejo sobre el agua, la arena y otras superficies. También  puede pasar a través de nubes ligeras, de la niebla y de unos 30 cm de agua limpia, conservando la posibilidad de quemar./////

El bronceado

Entendámonos. El bronceado es un efecto  secundario de la exposición al sol, producido por el daño que se infringe a nuestra piel. La piel se defiende de forma natural del exceso de sol fabricando melanina, que oscurece la piel y da lugar al bronceado. La melanina engrosa la piel y absorbe la luz UV y evita  que  penetre hasta las células de los  tejidos más profundos. También  prepara la piel para  las siguientes exposiciones. 

CONSEJOS PARA PROTEGERSE DEL SOL

  • Utilice un protector solar con un índice de protección 15 al menos. Debe aplicárselo sobre toda la piel expuesta al sol, incluyendo los labios y orejas.
  • Usar protección solar adecuada para tu foto-tipo de piel, aplicándolo 30 minutos antes de la exposición solar y renovándolo cada 2 horas, aunque no te hayas bañado.
  • Elegir  foto-protector de calidad y aplicar una cantidad adecuada de producto. Ser generoso aplicando la protección para no disminuir su efecto.
  • El primer contacto con el sol debe hacerse poco a poco y extremar las medidas de  protección. En pieles blancas no excederse más de 10-15 minutos al sol. Las medias unos 15-20 minutos y las más morenas no sobrepasando los 30 minutos.
  • El foto-protector debe incorporar filtros UVA y UVB, siendo recomendable  que el UVB sea el 3 veces superior a los  UVA.
  • Proteger los ojos y la cabeza del sol. Las radiaciones solares pueden producir cataratas. Poner especial énfasis en cara, cuello, escote, antebrazos y orejas. Y en especial aquellas personas que trabajan al aire libre y  aquellas que no siendo una temporada estival, no se protegen debidamente cuando realizan cualquier actividad al sol.
  • No bajar la protección aunque estés bronceado. Los rayos solares siguen siendo perjudiciales.
  • Reducir el tiempo de exposición solar aun estando protegidos, reduce también  la incidencia de  padecer cáncer de piel. El tiempo de tomar el sol es limitado, a eso de llama capital solar.
  • Cuanto más te hayas quemado, mayor riesgo de padecer cáncer de piel. La piel tiene memoria, y no borra el daño solar que se infringe sobre ella.
  • Planee sus actividades al aire libre fuera de las horas de mayor insolación (entre 12 am y 4 pm)
  • Usar protectores waterproof si te bañas o sudas mucho.
  • Beber entre 1´5 y 2 l de agua al día
  • Hay medicamentos que pueden ser foto-sensibilizantes. Consultar con un especialista

MIS BEAUTY CONSEJOS

Exfoliar la piel una vez por semana a ser posible por la tarde, después de haber tomado el sol y siempre que no os hayáis quemado. Lejos de pensar que la exfoliación retirará vuestro bronceado, lo hará lucir más homogéneo, luminoso y durará más.

Hidratar en profundidad la piel de cara y cuerpo. Os recomendaría que la hidratarais 2 veces al día.  Además del efecto hidratante de las cremas, estas formarán una película que impedirá la pérdida del agua en la piel.

Os recomendaría que utilizarais Aloe Vera formato gel. Es más puro, penetra enseguida y es apto para todo tipo de pieles. Lo podréis encontrar en farmacias por lo tanto serán de total confianza. Lo descubrí ya hace unos años y desde luego el cambio que se produjo en mi piel fue considerable. Lo utilizo a demanda. Al menos 3 ó 4 veces al día.  Si la usáis cuando os hidratéis con crema tanto a nivel facial como corporal, el orden sería gel y después crema.

El aloe entre sus muchas propiedades, destaca  su alto poder humectante,  sirve para calmar la piel si os habéis quemado. También contribuye a reparar y  regenerar la piel. Espero que os guste.

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